Domingo, 13 De Abril : San Anselmo

Nuestro Cristo fue puesto en cruz, nos ha rescatado por la cruz. Tal es, cristiano, la fuerza que te ha salvado, la causa de tu libertad, el precio de tu redención. Estabas cautivo y he aquí de qué manera fuiste rescatado. Eras esclavo y fuiste liberado. Exiliado, fuiste repatriado; perdido, fuiste renovado; muerto y fuiste resucitado. De esta verdad, cuando tu boca recibe el Cuerpo y la Sangre de tu Redentor, tu corazón se alimenta, rumia, degusta y se impregna. Durante tu vida haz de ellos tu pan cotidiano, alimento y viático. Es por la redención, únicamente gracias a la redención, que tú permaneces en Cristo y Cristo en ti y que en la vida futura tu alegría será completa. Pero tú, Señor, que has consentido a la muerte para que yo viva ¿cómo regocijarme de una libertad que me ha venido gracias a tus ataduras? ¿Cómo regocijarme de una salvación que debo a tus sufrimientos? ¿Qué alegría yo encontraría en una vida que viene de tu muerte? (…) Pero la ferocidad de los hombres no habría podido hacer nada, si tu no hubieras consentido. Has sufrido porque así lo permitiste en tu bondad. (…) Débil criatura, deja la crueldad de los hombres al juicio de Dios y medita sobre lo que debes a tu Salvador. Considera tu estado interior y lo que te fue dado, mide qué amor merece el autor de este don. Mira tu indigencia y su bondad. Mira qué acción de gracias le tienes que rendir y todo lo que debes a su amor.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team