Jueves, 2 De Enero : Santa Teresa de Ávila
Ya saben que Dios está en todas partes. Claro está donde está el rey, donde está la corte. En fin, que donde está, es el cielo. Sin duda, pueden creer que adonde está Su Majestad está toda la gloria. Dice San Agustín que lo buscaba en muchas partes y lo vino a hallar dentro de sí mismo. ¿Piensan que importa poco para un alma entender esta verdad y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con El ha menester hablar a voces? Por bajo que hable, está tan cerca que nos oirá. Ni ha menester alas para ir a buscarlo, sino ponerse en soledad y mirarlo dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad hablarle como a padre, pedirle como a padre, contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos, entendiendo que no es digna de ser su hija. Dejen unas timideces que tienen algunas personas y piensan que es humildad. Sí, que no está la humildad en que si el rey les hace una merced no la tomen, sino tomarla y entender cuan bien les viene y estar contentas con ella. ¡No es humildad, que tenga yo al Emperador del cielo y de la tierra en mi casa, que viene a ella por hacerme merced y por holgarse conmigo, y que por humildad ni le quiera ni responder, ni estar con Él, ni tomar lo que me da, sino que lo deje solo… (…) Traten con Él como con padre y con hermano y con señor y con esposo; a veces de una manera, a veces de otra. Él les enseñará lo que tienen que hacer para contentarlo.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team