Jueves, 3 De Abril : San Cirilo de Jerusalén

Mis amados, son numerosos los testimonios verídicos sobre Cristo. Testimonio del Padre, viniendo del cielo, en cuanto a su Hijo. Testimonio del Espíritu Santo, que desciende bajo la forma corporal de una paloma. Testimonio de Gabriel arcángel, anunciando a María la Buena Noticia. Testimonio de la Virgen, Madre de Dios, testimonio del bendecido lugar del pesebre. (…) Juan Bautista es testigo, el más grande de los profetas, introductor de la Nueva Alianza y en cierta forma en su persona une las dos Alianzas, la Antigua y la Nueva. Entre los ríos, el Jordán es testigo, y entre los mares es testigo el mar de Tiberíades. Los ciegos, los cojos, son testigos y los muertos resucitan. Los demonios testimonian diciendo “Sabemos quién eres: el Santo de Dios” (Mc1,24). Son testigos los vientos llevados al orden y al silencio. Son testigos los cinco panes que fueron multiplicados para cinco mil personas. (…) Los enemigos de ese tiempo testimonian y entre ellos, el bienaventurado Pablo, enemigo de un instante, esclavo por largo tiempo. Los doce apóstoles son testigos y han proclamado la verdad, no solamente en palabras sino por suplicios y muerte. (…) Todos ellos y numerosos otros, son todos testigos. Cristo, sostenido por tantos testimonios ¿encuentra todavía la incredulidad? Si alguien permanecía incrédulo aún, que crea desde ahora. Si alguien era ya creyente, que progrese en la fe, creyendo en nuestro Señor Jesucristo, sabiendo de quien lleva el nombre. Eres llamado “cristiano”, respeta tu nombre. ¡Que tus bellas obras brillen ante los hombres, para que a su vista, los hombres glorifiquen en Cristo Jesús nuestro Señor, al Padre de los cielos, a quien es la gloria ahora y por los siglos de los siglos! Amén.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team