Jueves, 5 De Diciembre : Beato Columba Marmion
Más queremos aproximarnos a Dios, más debemos profundamente anclarnos en la humildad. San Agustín lo demuestra bien en una comparación familiar. “El fin que perseguimos es muy grande, ya que buscamos a Dios y queremos alcanzarlo, porque sólo en él se encuentra la bienaventuranza eterna. A ese fin tan elevado sólo podemos llegar con la humildad. ¿Deseas elevarte? Comienza por bajar. ¿Sueñas con construir un edificio que se eleve hasta el cielo? Pon atención primero a establecer el fundamento con la humildad”. Más la construcción debe ser elevada, más profundamente deben ser puestos las cimientos, teniendo en cuenta además que nuestra pobre naturaleza es singularmente móvil e inestable. ¿Hasta qué altura desea elevarse este edificio espiritual? Hasta la visión de Dios. Vean a qué sublimidad debe elevarse este edificio, qué fin sublime debemos alcanzar. Pero no olvidemos que llegarán por la humildad” (Sermón 10, Verbo de Dios, San Agustín de Hipona). Comprendemos entonces que san Benito, que no nos designa otro fin que el de “buscar a Dios”, funda nuestra vida espiritual sobre la humildad.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team