Lunes, 10 De Enero : Venerable Madeleine Delbrêl
En la medida que nuestro mundo quiere estar en ruptura con Dios o, como se escucha, prescindir de Dios u organizarse más allá de él, Dios deviene para él una novedad, el Dios del Evangelio deviene una novedad. El cristiano frente a la descristianización, a menudo lucha contra los hechos o los acontecimientos nuevos, para que dure la fe donde él está. Parece un hombre del pasado. En cambio, frente al ateísmo, el cristiano creyente, porque es creyente, muestra por su vida una hipótesis de Dios, ahí mismo dónde no hay hipótesis de Dios. Su fe en Dios es para ese mundo nuevo, un fenómeno todavía más nuevo. El cristiano es para sus hermanos un hombre que ama las cosas del mundo según su valor y en su realidad. Pero también es un hombre que, sobre todas las cosas, prefiere al Dios en el que cree. Su preferencia lo lleva a ciertas opciones. Opta por Dios invisible. Estas opciones son un nuevo interrogante para el mundo, sobre lo que supera al mundo. Cuando los hombres ignoran que Dios es su bien, no tenemos que alinearnos con su ignorancia o miseria. No sólo tenemos que creer, sino comprender que el Dios vivo del Evangelio puede ser para ellos no únicamente una noticia, sino una buena noticia.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team