Lunes, 21 De Abril : San Cirilo de Jerusalén

Los príncipes de sacerdotes y los fariseos hicieron sellar la tumba por Pilatos. Pero las mujeres contemplaron al Resucitado. Isaías, conociendo la pusilanimidad de los príncipes de los sacerdotes y la firmeza de la fe de las santas mujeres dijo “Mujeres que vienen de la visión, aproxímense. Porque este es un pueblo sin inteligencia” (cf. Is 27,11). Los príncipes de sacerdotes carecen de inteligencia, mientras que las mujeres ven con sus propios ojos. Y cuando los soldados fueron para encontrar a los príncipes de sacerdotes en la ciudad y les contaron lo que había ocurrido, ellos dieron a los soldados esta consigna: “Digan así: Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos” (cf. Mt 28,13). Isaías tiene razón de predecir, como si hablara de ellos “¡No nos vaticinen la verdad! ¡Háblennos de cosas agradables, tengan visiones ilusorias!” (cf. Is 30,10). El Resucitado se despertó y he aquí que ofrecen dinero a los soldados, para tratar de convencer. (…) “Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo” (Mt 28,14). Lo podrán convencer, no convencerán al universo… Los soldados que cuidaban la tumba no fueron condenados cómo lo fueron los guardias, cuándo Pedro salió de su prisión. El castigo de Herodes cayó sobre estos últimos ya que no supieron encontrar justificación. (…) Los que han recibido la verdad, la han proclamado, con la fuerza del Salvador que no sólo ha resucitado de entre los muertos, sino que con él resucita a los muertos. Hablando en nombre de ellos, el profeta Oseas dice claramente: “Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencia” (Os 6,2).
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team