Lunes, 7 De Octubre : San Nersés Shnorhalí
Desde Jerusalén, nuestro Paraíso, Culpable como Adán, Descendí hasta la vil Jericó, Caí en manos del Bandido. Me despojaron de la luz, Cubrieron mi alma de las heridas del pecado, Partieron dejándome medio muerto, Pero después de la muerte, me dan la guerra todavía. Moisés el Levita, Aarón el antiguo Sacerdote, La nación del Gran Patriarca, Los Profetas de la antigua Ley, Vieron las heridas de mis sufrimientos incurables, Las terribles heridas , Vinieron con el remedio de palabras solamente, Y no pudieron curarlas. A ti que llamaban Samaritano, Los que no tienen pudor entre el pueblo judío, Mostraré los sufrimientos de mi alma, A tus ojos divinos que la ven. Ten piedad de mí como tuviste piedad de Adán, Pone el remedio sobre la herida profunda de mi alma, Recúbrela con mi vestimenta primera, De la que me despojaron los bandidos. Versa sobre el aceite y el vino, El remedio de vida del Espíritu de lo Alto, Dando de nuevo el Espíritu de la unción, Y la copa de la Nueva Alianza. Llévame sobre la montura de la Cruz, Hasta el albergue, a la Iglesia, Confíame al Gran Sacerdote, Que ofrece su Cuerpo en sacrificio. Da, en vez de los dos denarios, La Palabra del Antiguo y del Nuevo Testamento, Para curar con ella mi alma, Tal como por el pan vivirá el cuerpo.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team