Lunes, 8 De Noviembre : Asterio de Amasía
Vosotros que sois duros e incapaces de suavidad, aprended de la bondad de vuestro Creador y no seáis, para vuestros compañeros de servicio, jueces y árbitros amargos, esperando que venga el que va a desvelar los recovecos del corazón y él mismo, el amo todopoderoso, señalará a cada uno su lugar en la otra vida. No juzguéis severamente para que no seáis juzgados de la misma forma y traspasados por las palabras de vuestra propia boca como si fueran dientes agudos. Porque es contra esta clase de mal que parece nos quiere poner en guardia esta palabra del Evangelio: «No juzguéis y no seréis juzgados» (Lc 6,37). Al decir esto no quiere expulsar ni el discernimiento ni la sabiduría; lo que él llama juicio, es una condenación demasiado severa. Aligera, pues, tanto como te sea posible, el peso de tu medida si quieres que tus actos no pesen demasiado en la balanza cuando nuestra vida será pesada, como sobre una balanza, en el juicio de Dios… No rechaces ser misericordioso a fin que no seas tú excluido del perdón cuando tengas necesidad de él.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team