Miércoles, 1 De Septiembre : San Jerónimo
“La suegra de Simón estaba acostada; tenía fiebre”. Que Cristo pueda venir a nuestra casa, entrar y curar con una sola palabra la fiebre de nuestros pecados. Cada uno de nosotros tiene fiebre. Cada vez que nos encolerizamos, tenemos fiebre; todos nuestros defectos son otras tantas subidas de fiebre. Pidamos a los apóstoles que oren a Jesús para que venga a nosotros y nos coja de la mano; porque en cuanto él habrá tocado nuestra mano, la fiebre desaparecerá. El jefe de los médicos es un médico eminente y serio. Moisés es médico, Isaías y todos los santos son médicos; pero Jesús es el jefe de todos los médicos. Sabe perfectamente coger el pulso y sondear los secretos de las enfermedades. No toca ni la frente, ni la oreja, ni ninguna otra parte del cuerpo, pero coge la mano… Cuando nuestra mano da a conocer los síntomas de nuestras malas acciones, no nos podemos levantar, somos incapaces de andar, porque estamos realmente enfermos. […] Pero este médico misericordioso, él mismo se acerca a la cama; él que llevó sobre sus hombros a la oveja enferma, se acerca ahora hacia nuestro lecho.
Lecturas Católicas Romanas – rosary,team