Viernes, 2 De Septiembre : Carta I de San Pablo a los Corintios 4,1-5.
Hermanos: Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.
En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo.
Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor.
Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.
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