Viernes, 20 De Diciembre : Prudencio Aurelio Clemente
Muéstrate, dulce infante
Traído al mundo por una casta madre,
Cual niño sin saber de hombre;
Muéstrate, Mediador, en tus dos naturalezas. Aunque nacido en el tiempo, de la boca del Padre,
Engendrado por su palabra (Lc 1,38), ya vivías en el seno del Padre (Jn 1,2) Tú, la eterna sabiduría (1Co 1,24). Eres la Sabiduría que lo ha creado todo (Pr 8.27), Cielo, luz y cualquier cosa.
Tú eres la palabra poderosa que ha hecho el universo (Heb. 1,3) Porque el Verbo es Dios (Jn 1,2). Habiendo ordenado el curso de los siglos
y fijado las leyes del universo, Artesano del mundo, el creador,
permaneció en el seno del Padre. Pero cuando llegó el tiempo pasados miles de años, bajaste para visitar
este mundo largo tiempo pecador… Cristo no pudo soportar la idea
de que los pueblos se perdieran ;
No podía aceptar que la obra de su Padre
se quedara en nada Se revistió de un cuerpo mortal
con el fin de que la resurrección de nuestra carne
alejara las cadenas de la muerte
y nos condujera hacia el Padre… ¿No sientes, Oh Virgen noble
a pesar de dolorosos presentimientos,
cómo este glorioso nacimiento
acrecienta el brillo de tu virginidad ? Tu seno purísimo contiene el fruto bendito
Que va ha llenar de alegría a toda criatura.
Por ti nacerá un mundo nuevo.
Aurora de un día reluciente como el oro
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team