Viernes, 3 De Diciembre : Libro de Isaías 29,17-24.
Así habla el Señor: ¿No falta poco, muy poco tiempo, para que Líbano se vuelva un vergel y el vergel parezca un bosque?
Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro, y verán los ojos de los ciegos, libres de tinieblas y oscuridad.
Los humildes de alegrarán más y más en el Señor y los más indigentes se regocijarán en el Santo de Israel.
Porque se acabarán los tiranos, desaparecerá el insolente, y serán extirpados los que acechan para hacer el mal,
los que con una palabra hacen condenar a un hombre, los que tienden trampas al que actúa en un juicio, y porque sí no más perjudican al justo.
Por eso, así habla el Señor, el Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: En adelante, Jacob no se avergonzará ni se pondrá pálido su rostro.
Porque, al ver lo que hago en medio de Ël, proclamarán que mi Nombre es santo, proclamarán santo al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel.
Los espíritus extraviados llegarán a entender y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team