Viernes, 5 De Noviembre : San Juan María Vianney
El mundo pasa, y pasamos con él. Los reyes, los emperadores, todo se va. Nos abalanzamos en la eternidad de donde no regresamos más. No se trata más que de una sola cosa: salvar nuestra pobre alma. Los santos no estaban apegados a los bienes de la tierra; soñaban solo con los del cielo. Las personas del mundo, al contrario, no piensan más que en el presente. Hay que actuar como los reyes. Cuando van a ser destronados, envían sus tesoros hacia adelante; sus tesoros los esperan. Del mismo modo un buen cristiano envía todas sus buenas obras a la puerta del cielo. La tierra es un puente para atravesar el agua, no sirve más que para sostener nuestros pies. Estamos en este mundo pero no somos de este mundo, puesto que decimos todos los días «Padre Nuestro que estas en el cielo». Debemos entonces esperar nuestra recompensa para cuando estemos «en nuestro hogar» en la casa del Padre.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team