Jueves, 4 De Mayo : San Teodoro el Estudita
“Recuerden las maravillas que él obró” (Sal 104,5) para nosotros en el pasado y las que cumplirá todavía. (…) Venerados hermanos, en intercambio de lo que ha hecho por nosotros, hagamos más todavía y démosle lo que le debemos. ¿Qué quiere de nosotros sino que lo temamos, lo amemos de todo nuestro corazón y toda nuestra inteligencia (cf. Mt 22,37) e imitemos su forma de vivir en la carne, tanto cómo nos es posible? Él se hace extranjero al dejar el cielo por la tierra, para que devengamos extranjeros a los pensamientos que vienen de la voluntad propia. Obedeció a su Padre, para que ustedes también obedezcan sin hesitación (…). Se humilló hasta la muerte (cf. Flp 2,8) para que ustedes también tengan ese sentimiento, abajándose y humillándose en sus pensamientos, actos, palabras y gestos. ¿Cuál es la gloria divina y verdadera si no de estar sin gloria entre los hombres a causa de Dios? (…) Lo que es pequeño y que se desprecia, he aquí lo que ha elegido, mi Salvador y Dios, que ha revestido nuestra carne para confundir lo que es celebridad y riqueza entre los hombres (cf. 1 Cor 1,27-28). Por eso vino al mundo en una gruta, fue acostado en un pesebre, llamado hijo de carpintero, denominado Nazareno, revestido de una pequeña túnica y de un único manto. Va a pie, pena, es lapidado por los judíos (cf. Jn 10,31), insultado detenido, crucificado, traspasado con una lanza, es puesto en el sepulcro y luego resucita. Así quiere persuadirnos, mis hermanos, de elegir delante de sus ángeles (cf. 12,8; 15,10) lo que él ha elegido, para que seamos coronados en el reino de los Cielos. En Cristo nuestro Señor, a quién pertenece la gloria y el poder con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team