Martes, 21 De Mayo : San Juan Clímaco
La simplicidad es un hábito del alma que excluye todo artificio y la inmuniza contra la malevolencia. La ausencia de malicia es un estado feliz del alma exenta de toda segunda intención. La primera prerrogativa de la infancia es una simplicidad exenta de artificio. En todo el tiempo que la conservó, Adán no vio la desnudez de su alma ni la indecencia de su carne. Bella y bienaventurada es la simplicidad que algunos poseen por naturaleza, pero lo es más aquella que, a fuerza de penas y sudores, pudo injertarse sobre un mal tallo. La primera está al abrigo de muchos artificios y pasiones. La segunda procura una humildad muy profunda y una extrema ternura. La primera no merece recompensa, la segunda merece una infinita recompensa. Todos nosotros, que deseamos atraer al Señor, acerquémonos a Él como discípulos a su maestro, con total simplicidad, sin hipocresía ni maldad, sin artificios ni complicaciones. Él mismo es simple y sin complejidad y quiere que las almas que se le acercan sean simples e inocentes. Ustedes nunca encontrarán la simplicidad separada de la humildad.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team