Martes, 30 De Abril : San [Padre] Pío de Pietrelcina
La paz es la sencillez del espíritu, su serenidad, la tranquilidad del alma, el vínculo del amor. La paz es el orden, la armonía de todo nuestro ser. Es una alegría continua que nace del testimonio de una buena conciencia, la alegría santa de un corazón en el que reina Dios. La paz es el camino de la perfección, o más bien, en la paz se encuentra la perfección. El demonio, que sabe bien todo eso, hace esfuerzos para hacernos perder la paz. No daremos nunca un paso hacia la virtud de la sencillez evangélica, si no nos esforzamos en vivir en una paz santa e inalterable. Suave es el yugo de Jesús, ligero su peso, por eso no permitimos al enemigo insinuarse en nuestro corazón para arrancar nuestra paz. El enemigo de nuestra salvación, sabe demasiado bien que la paz de corazón es un índice seguro de la asistencia divina y por eso no pierde ocasión para hacerla perder. Seamos siempre alertas en este tema. Llevemos nuestro pensamiento hacia el cielo, nuestra patria verdadera, de la que el mundo sólo da una pobrísima imagen. En los acontecimientos tristes o alegres, esforcémonos con la ayuda divina para conservar esta serenidad y calma, propia a los discípulos del Nazareno.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team