Miércoles, 29 De Noviembre : San [Padre] Pío de Pietrelcina
No estén preocupados al considerar que el tiempo de la prueba será largo todavía. Es preferible el purgatorio, sufrido por voluntad de Dios, que el deleite por el claustro, pálida figura de la Jerusalén celestial. Sólo llegamos a la salvación si atravesamos el mar agitado, amenazante siempre de convertirse en una tumba. Discierno en ustedes una pequeña inquietud, una preocupación, que impiden a la paciencia y a la constancia de producir todos sus efectos. “Gracias a la constancia, salvarán sus vidas” (Lc 21,19), nos dice el divino Maestro. Gracias a ella poseeremos nuestra vida y, más perfectas serán ellas, más poseeremos nuestra vida enteramente, perfectamente, seguramente. Menos será mezclada de preocupación y turbación, más nuestra paciencia y constancia serán perfectas. (…) Vuélvanse enteramente al muy bondadoso Esposo de la vida, pongan su cabeza sobre el Corazón del tierno Esposo, como el discípulo amado. El Maestro celestial no permitirá que se les caiga un solo cabello (cf. Lc 12,7), como no lo permitió en Getsemaní con sus discípulos.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team