Sábado, 17 De Febrero : San León Magno
Mis hermanos, es cierto que cualquier tiempo es bueno para traducir en actos el bien de la caridad. Sin embargo, los días que vivimos nos exhortan especialmente. Los que desean recibir la Pascua del Señor con santidad del espíritu y del cuerpo, deben esforzarse antes que nada a adquirir esta gracia de la caridad, que contiene la totalidad de las virtudes. Ella «couvre una multitud de pecados» (1 Pe 4,8). Cercanos a celebrar el más grande de los misterios, en el que la sangre de Jesucristo ha borrado nuestras iniquidades, preparémonos primero al sacrificio de la misericordia. A los que nos han ofendido, daremos así lo que la bondad de Dios ya nos ha ofrecido. ¡Que las injurias sean arrojadas en el olvido, que las faltas ignoren los castigos, que todas las ofensas sean liberadas del miedo a la venganza! (…) Cuando, según la enseñanza del Señor, diremos al rezar «Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido» (Mt 6,12), no tendremos dudas que obtendremos el perdón de Dios. También debemos tener una más generosa bondad hacia los pobres y hacia los que sufren por diversas debilidades. De este modo, más voces podrán dar gracias a Dios y nuestros ayunos contribuirán al alivio de los que tienen necesidades. Ningún compromiso de los creyentes es más agradable al Señor, que el que beneficia a los pobres. Dónde Dios encuentra el afán de la misericordia, reconoce la imagen de su bondad.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team