Sábado, 24 De Agosto : San Ambrosio
Recoge el agua de Cristo, la que alaba al Señor. Reúne el agua que viene de diversas fuentes, el agua que hace llover las nubes de los profetas. El que recoge en sí mismo el agua de las montañas, o que extrae la de los manantiales, se pone a esparcirla como una nube. Llena con esta agua tu cuerpo y tu espíritu para que tu tierra se humecte, irrigada por sus propias fuentes. Es con una lectura inteligente que nos llenamos el espíritu y el que se llena puede irrigar a otros. En este sentido la Escritura dice: “Cuando las nubes están llenas lluvia, se versan sobre la tierra” (Ecl 11,3). Que tu palabra abundante corra con transparencia y claridad. Versarás así en los oídos de tu pueblo una enseñanza llena de bondad. Seducido por la gracia de tus palabras, te seguirá con gusto adonde lo conducirás. Que tus palabras estén plenas de sabiduría. Salomón lo dijo: “El arma del espíritu es la boca del sabio” (cf. Prov 14,3).En otro lado, “Que tus labios se peguen al sentido (cf. Prov 15,7), es decir, que tu exposición sea clara, tu inteligencia iluminada y tu discurso no tenga necesidad de apoyarse sobre el de otros, sino que sea fuerte con sus propias armas. Que ninguna palabra sin sentido salga en vano de tu boca.
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team