Lunes, 2 De Diciembre : San Ambrosio
Escuchaste la voz del Verbo, la Palabra de Dios… Levántate, y por la oración prepara el fondo de tu alma. Desde abajo tiende hacia las alturas, esfuérzate por abrir la puerta de tu corazón. Cuando extiendas las manos hacia Cristo, tus acciones exhalarán el perfume de la fe… Cristo te ha deseado y te ha escogido. El entra en tí sin obstáculo, no puede fallar, el que prometió que entraría. ¡Abraza al que has buscado! (Cant 3,4). ¡Acércate a él y te iluminará! (Sal 33,6) ¡Retenlo, pídele que no te abandone tan presto, suplícale que no se aleje! En efecto, la palabra de Dios corre rápidamente (Si 43,5), no se deja atrapar por la indolencia ni retener por la pereza. Que tu alma, tan pronto la llame, salga a su encuentro y persevere en el camino trazado por la palabra celestial, porque pasa rápidamente… No pienses, que si se fue tan rápido, es porque le desagradaste llamándolo, implorándole, abriéndole: a menudo permite que seamos probados. Cuando la muchedumbre le rogaba que no se marchara, ¿qué dice Él en el Evangelio? “Hace falta que anuncie la palabra de Dios en otras ciudades, porque para esto he sido enviado ” (Lc 4,43). Entonces, aunque parezca que se haya ido, sigue buscando (cf Ct 5,6)… El que busca así a Cristo, el que lo implora de este modo, nunca es abandonado por él; al contrario, viene a visitarlo a menudo, porque está con nosotros hasta el fin del mundo (Mt 28,20).
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team