Viernes, 28 De Junio : San Juan Crisóstomo
Jesús no le dice sencillamente: «Quiero, queda sano». Sino que hizo más «extendió la mano y lo tocó». Esto es lo que merece atención. Si le curó por un acto de su voluntad y con una palabra, ¿por qué le tocó con la mano? Me parece que sólo por una razón: para demostrar que él no es inferior sino superior a la ley, y que, en adelante, no hay nada impuro para el que es puro… La mano de Jesús no se volvió impura al tocar al leproso; por el contrario, el cuerpo del leproso se purificó a través de la santidad de esta mano que le tocó. Porque Cristo no sólo ha venido a curar los cuerpos, sino a elevar las almas a la santidad; de esta manera nos enseña a cuidar nuestra alma, a purificarla, i despreocuparnos de las abluciones exteriores. La única lepra a la que hay que temer es la del alma, es decir, el pecado… En cuanto a nosotros, demos continuamente gracias a Dios. Agradezcámosle no sólo los bienes que nos ha dado sino también los que concede a los demás: de esta manera podremos destruir la envidia, cultivar y aumentar nuestro amor al prójimo…
Lecturas Católicas Romanas – rosary.team